Es muy común que mientras colorean, juegan o ven televisión, los niños adquieran posturas que ya de grandes no podrían y creemos que está bien; que esto es normal porque sus extremidades son flexibles y se prestan para ello.
Una de las posturas es formando una W con sus piernas y cuerpo; lo que no sabes es que esta postura les podría provocar un daño ortopédico de por vida si no se atiende.
Entre las consecuencias de pasar largos periodos te tiempo sentados de esta manera están:
Problemas ortopédicos, estos problemas puede exponer a los pequeños a una dislocación en la cadera.
Presión excesiva en los músculos provocando contracturas y un acortamiento de ellos al modificar su postura normal.
Desviación en sus piernas que llevarán a tener un caminar anormal y movimientos no adecuados en las piernas.
Lo ideal es que como padres promovamos en nuestros hijos buenos hábitos y posturas tales como sentarse o caminar con la espalda erguida. Evitar la postura de W es tan importante como la anterior.
Si ves a tus pequeños sentados de esa manera puedes ir modificando su postura sin ser agresivo o llegar a regaños. Motívalo a sentarse de otra manera (piernas extendidas o en flor de loto) o tú mismo muévelo para que lo haga.