Todas las mamás, educadoras, tíos, nanas o cualquier persona que tiene que convivir con niños diariamente pasan por momentos desesperantes de no saber
como calmar un berrinche y llanto de los pequeños sin tener que regañarles o castigarlos.
La solución está en un frasco, si, en un frasco y no es e medicina. Resulta que María Montesori dentro de su sistema de educación explica que para
quitar el estrés y hacer que el cerebro de los niños deje de mandar señales de agitación y lograr la calma se debe atraer su atención.
Este objeto de atención es un frasco que calma.
Se trata de un frasco de vidrio o plástico bien cerrado, con agua, pegamento y brillantina dentro que puedes elaborar para salir de estas situaciones incómodas.
Debes darle al niño o niña el frasco para que lo mueva y vea como su contenido va de un lado a otro. Mientras esto sucede habla de la situación con ellos con un tono de voz suave y sin exasperarte.
Según esta técnica al poco tiempo notarás el cambio en el pequeño y el berrinche se habrá ido.
Para elaborarlo necesitas lo siguiente:
-Un frasco de vidrio o botella de plástico
– Brillantina ( 3 cucharadas y puede ser del color favorito del pequeño)
– Shampoo transparente (servirá para darle más densidad a la mezcla)
-2 cucharadas de pegamento blanco
-Agua
Vierte los ingredientes dentro del frasco, dejando espacio de unos 2 centímetros para que se logre el efecto.
Para evitar que se abra el frasco, péga la tapa con silicón.